Alguien ha salpicado de pintura roja el cartel del Morriña Fest de mi barrio, y me ha alegrado la mañana. Como muchos otros, este festival está controlado por el fondo israelí KKR.
La maquinaria del genocidio se mantiene con dinero, el primer paso es cortárselo.
relentless_eduardo
in reply to OSSmith • • •