La movilización frena dos desahucios consecutivos de familias en Zaragoza: "La organización colectiva funciona"
Decenas de personas se congregan en el portal de una madre, que iba a ser desalojada junto con sus dos hijos en el barrio del Gancho de la capital aragonesa. La fortuna ha querido que a unos metros, en San Pablo, estuviese a punto de producirse otro desahucio que también ha sido paralizado Quince familias ganan tiempo al desalojo en Zaragoza, pero su batalla con la Sareb continúa: “Solo nos dan un respiro”
La movilización ha impedido que dos familias con niños pequeños pierdan sus casas este lunes en el barrio del Gancho de Zaragoza. La fortuna ha querido que, tras evitar el primer desalojo, los colectivos vecinales detectaran que a unos metro estuviese a punto de producirse un segundo desahucio que han logrado evitar in extremis.
“Es una muestra de que se pueden cambiar las cosas. Esto nos hace ser más optimistas: la organización colectiva funciona”, valoraba al final de la mañana Teresa Bernal, portavoz del Sindicato de Inquilinas de Zaragoza, que ha impulsado ambos actos reivindicativos.
El primero de los intentos existosos ha sido en el número 15 de la calle de Mayoral, donde vive Samanta –de 28 años– con sus dos hijos pequeños. A esta madre se le han ido acumulando los impagos desde la pandemia y en la actualidad suman unos 18.000 euros.
Samanta, según ha informado el Sindicato de Inquilinas, trabaja desde hace unos meses como auxiliar de Enfermería –con un salario de 1.200 euros–, lo que sin embargo sigue sin permitirle asumir en solitario todo el arrendamiento, de 430 €. Aunque sigue buscando piso, no encuentra por el importe que puede asumir, dada su situación.
El organismo le ofrecía al propietario un alquiler de 350 euros y el pago “de momento” de 4.000 euros de la deuda.
Sin embargo, ha sido el apoyo vecinal lo que ha conseguido retrasar el lanzamiento, pospuesto hasta el 24 de septiembre. Desde primera hora de este lunes, decenas de personas se han concentrado en el portal de este inmueble del barrio del Gancho para paralizar el desahucio, entre gritos de 'La vivienda es un derecho, no un privilegio' o 'Unidad de clase pase lo que pase'.
En torno a las 11.00 se ha conocido que el desalojo se retrasaba a septiembre, para alivio de la madre, quien ya se había llevado parte de sus enseres consigo. Ha reconocido los “nervios” que tenía desde que conoció la noticia y se mostró “agradecida” por todo el apoyo recibido, aunque su victoria sea “temporal”.
Libertad (en el centro) y Samanta (a la derecha de la imagen), las dos madres que han logrado salvar sus viviendas, este lunes tras frenar ambos desalojos.
El segundo caso ha sido aún más emotivo, por inesperado. Cuando los manifestantes aún estaban inmersos en la paralización del primer desahucio, han detectado que apenas a unos metros, a la vuelta de la esquina en la calle de San Pablo, estaba a punto de producirse otro.
Hasta ahí se ha desplazado entre otros la propia Bernal, que ha comprobado lo que estaba a punto de suceder. “Hemos visto que la comisión judicial paraba aquí y hemos visto a los policía. Una agente le decía a su compañero: el otro desahucio se paraliza, pero este no”, ha explicado. Así, en cuanto han logrado suspender el primer lanzamiento se han dirigido todos al otro portal.
Se trata de una familia alquilada con cuatro hijos pequeños que iba a perder la vivienda debido a los impagos. “Cuando hemos llegado estaba el cerrajero y el propietario, algo poco habitual porque no suele acudir, junto con la comisión judicial y los policías nacionales. Estaba casi consumado”, ha añadido la portavoz del Sindicato de Inquilinas.
El propio padre, Manuel Hernández, reconocía tras paralizarse del desalojo lo dramático de su situación. Trabajador en el campo -“en la cereza de Calatorao”-, Hernández vive en el piso de la calle de San Pablo con su mujer, Libertad, y con sus cuatro hijos de 15, 13, 8 y 3 años.
“No sabía nada del desahucio hasta esta misma mañana. El niño estaba en la cama”, ha lamentado el padre, que ha criticado al propietario, al que conoce “desde hace 30 años”, por no avisarle de su lanzamiento. “No me salen ni las respuestas”, afirmaba emocionado ante los medios, a los que ha reconocido que, pese a retrasar su situación hasta el 29 de septiembre, ha decidido buscar una nueva vivienda: “No quiero que mis hijos vean estas cosas”, ha señalado.
La paralización de este desahucio ha ofrecido momentos de tensión con la Policía Nacional que sin embargo no han ido a más. Finalmente, las dos familias –reunidas en el portal de San Pablo– han celebrado juntas que gracias a la movilización ciudadana se pueda retrasar su desalojo.
Verónica Alonso Pérez
in reply to Verónica Alonso Pérez • • •4. Demanem a la comunitat internacional i a les autoritats pertinents que intervinguen immediatament per salvar l'hospital.
Hospital dels Màrtirs d'Al-Aqsa
Governació Central
Dilluns, 7 de juliol de 2025