Starting your first website? It's an exhilarating step. But it's easy to misjudge the costs. Many assume they just need a designer, a domain name, and a few photos to get going. Sounds easy, right?

Not so fast.

Web design projects often come with hidden costs that can catch you off guard. Some are minor but add up quickly. Others can seriously strain your budget. And if you're hiring a cheap website designer, these surprises can hit harder—low prices often mean shortcuts somewhere.

Here's what you need to watch for to keep your finances in check.

1. Domain and Hosting Might Not Be Covered

To get your site online, you need a domain (like yourbusiness.com) and hosting (the server that powers your site). Some designers include these in their package. Many don't.

Domains typically cost $10–25 per year. Hosting ranges from $5 a month for basic plans to $40+ for more robust options.

Newcomers often think these are one-time fees. They're not—you'll need to renew them regularly.

2. Templates Can Hide Extra Costs

A pre-built website template might seem like a budget-friendly choice. But templates can come with unexpected expenses.

You might face:

• Fees for premium features or add-ons
• Licensing costs for commercial use
• Charges to hire a developer to tweak a rigid template

By the time you've fixed a "cheap" template, you might've spent as much as a custom design.

3. Stock Images Can Stack Up

Some designers use free images from the internet. Others expect you to provide your own. If you don't have quality photos, you'll likely need to buy stock images.

These typically cost $8–30 per image. A full site might need several, and the bill grows fast.

Using unlicensed images by mistake? That can lead to legal trouble after your site launches.

4. Extra Revisions Can Get Pricey

Most design packages include a few revisions—say, two or three rounds. Go over that, and you're paying extra, often by the hour or per tweak.

First-time site owners often need more changes as they refine their vision. Those small edits can add up quickly.

Ask early: How many revisions are included? What's the cost for extras?

5. SEO Might Be an Add-On

A stunning website is worthless if it's invisible on Google.

Search engine optimization (SEO) covers meta tags, image alt text, and site structure. Some designers include basic SEO. Others charge extra or skip it entirely.

If you're hiring a cheap website designer, don't expect SEO to be part of the deal. A site no one finds isn't worth much.

6. Mobile Optimization Isn't Always Included

You'd assume every site works on phones these days. Not true. Some designers treat mobile-friendly design as an extra service.

You might get a site that looks great on a laptop but breaks on a smartphone. Fixing it later costs more.

Always confirm: Is mobile optimization built in from the start?

7. Content Writing Might Be Your Responsibility

Designers handle visuals and layout. But the text? That's often on you.

Some assume the designer will write the content. Many won't—or they'll use placeholder text and wait for your input. Hiring a copywriter can cost $300–$1,200, depending on your site's scope.

That's a surprise you don't want halfway through the project.

8. Maintenance Comes with a Cost

A website isn't a one-and-done job. It needs ongoing care.

Software updates, plugin fixes, and security patches are a must. Some designers offer maintenance plans. Others leave you to handle it or hire someone else.

Ignoring maintenance can lead to broken features or security risks. It's cheaper to maintain than to rebuild a broken site.

9. Cheap Designers Can Lead to Bigger Bills

A cheap website designer might seem like a great deal. Sometimes, they deliver. But often, you get what you pay for.

They might skip testing across browsers, use outdated tools, or vanish after payment. If your site fails or needs a rework, you're paying someone else to fix it. That "bargain" can become your priciest option.

Final Advice: Ask the Right Questions Upfront

You don't need to be a tech expert to avoid surprises. Just ask clear questions before you commit.

• Who covers domain and hosting?
• How many revisions are included?
• Is the site mobile-friendly?
• Who writes the content?
• Is SEO included?
• What's the plan for maintenance?

It's your site. Know exactly what you're paying for.

Bottom Line

A website is a big investment. Hidden costs can derail your plans, but you can avoid them with the right questions. Whether you're working with a premium studio or a cheap website designer, stay vigilant. Ask questions. Check the contract.

Paying less upfront doesn't always mean saving money in the end.

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ElDiario.es: Ibrahima Traoré, refugiado guineano: "Tuve que dejar mi país por luchar contra la mutilación genital femenina" (Rodrigo Abad)

Coincidiendo con los actos por el Día de las Personas Refugiadas se ha llevado a cabo en Toledo un encuentro de sensibilización para que la ciudadanía pueda conocer las historias de quienes se vieron obligados a dejar su país por diferentes motivos.

Coincidiendo con los actos por el Día de las Personas Refugiadas se ha llevado a cabo en Toledo un encuentro de sensibilización para que la ciudadanía pueda conocer las historias de quienes se vieron obligados a dejar su país por diferentes motivos. Hablamos con varias de ellas de su viaje hasta España y sus planes de futuro en nuestro país DE CIENCIA - Soluciones de habitabilidad para los refugiados: “Hay que dejar de interpretar el desplazamiento forzado en términos de amenaza”

“Tuve que dejar mi país por motivos políticos, porque trabajaba como asesor de una activista que lucha en República de Guinea contra la violencia de género, la mutilación genital femenina o los matrimonios forzados. No me quedó más remedio que salir de mi país para salvar mi propia vida”. Son las palabras de Ibrahima Traoré, refugiado guineano licenciado en Ciencias Políticas que ahora está afincado en Toledo.

Traoré explica que su propia familia provocó que tuviese que convertirse en refugiado. “Conspiraron contra mí, porque hablar y estar en contra de temas como la mutilación femenina o los matrimonios forzosos es como tentar a la normativa y a la ley, más siendo un chaval joven. Mi familia fue el detonante, pero después se convirtió en un problema de Estado”. Explica que fue beneficiario de protección internacional, ya que no puede volver a su país por la persecución que sufre.

Llegó a España en 2018, primero a Guadalajara y después se ha establecido en Toledo, donde continúa trabajando como voluntario en diferentes organizaciones sin ánimo de lucro. Ibrahima va a presentar próximamente su libro Diplomacia, diplomacia de defensa: seguridad colectiva y defensa común del África negra contra dominaciones externas, y lo hará el 26 de junio a las 18:30 en la Biblioteca de Castilla-La Mancha que se ubica en el Alcázar de Toledo.

Unas chicas migrantes enseñan cómo trenzar el pelo para crear un peinado característico de su cultura en una jornada de sensibilización en Toledo

Ha sido uno de los participantes en un encuentro de sensibilización ciudadana celebrado en Toledo, en el marco del Día de las Personas Refugiadas, que se celebra el 20 de junio. Varias organizaciones sin ánimo de lucro se daban cita en el parque escolar limítrofe al Circo Romano en la ciudad.

El encuentro, además de servir como espacio para que la ciudadanía conozca las historias de estas personas refugiadas, también ha funcionado como zona de reunión para todas aquellas personas que comparten una historia: se vieron obligadas a abandonar su país para buscar una vida con mejores condiciones o porque su vida peligraba. Aprovechaban para participar también en diferentes actividades como un taller de henna, el juego de la petanca, un bingo o un taller de decoración de bolsas de tela -también conocidas como totebags-.

La jornada ha sido organizada por Cruz Roja Española, Movimiento por la Paz, Provivienda, Accem, Diaconía, Cáritas y Médicos del Mundo.

Testimonios de refugiados y migrantes en Toledo

Al igual que Ibrahima, Miguel Valdivieso se convirtió en un preso político en Venezuela y tuvo que abandonar su país. Señala que vino a España hace seis meses después de solicitar asilo político porque era dirigente de un partido político en aquel país, compañero de María Corina Machado -también exiliada en España-. “Cualquier persona disidente del régimen es perseguida en mi país. Después de las elecciones del 28 de julio de 2024 tuve que salir por lo que se denomina un 'Camino Verde'. Desde entonces, por el estrés que sufrí durante la persecución padezco hipertiroidismo”, explica. Además, relata que sus compañeros que no pudieron salir ahora están en prisión.

Varias personas han compartido su historia con elDiario.es Castilla-La Mancha, como Codou, una joven senegalesa de veinte años que llegó a España en 2023. “Salí de Senegal en un barco y tardé siete días en llegar hasta Tenerife.” Nos explica que después fue a Barcelona y finalmente se estableció en Toledo, gracias a Cruz Roja. “Estoy aprendiendo español, poco a poco. Empecé en Barcelona, pero es bastante difícil. Estoy buscando trabajo, yo estudié hostelería y pastelería, así que me gustaría trabajar de eso”, comenta.

Llegué con mi tía en un barco junto a otras cincuenta personas, más o menos. Fue muy difícil Mariam — Migrante senegalesa

Otra joven senegalesa que ha participado en este encuentro es Mariam, de 18 años. Nos explica que llegó a España en septiembre de 2023, concretamente a El Hierro: “Llegué con mi tía en un barco junto a otras cincuenta personas, más o menos. Fue muy difícil”, comenta dirigiendo la mirada al suelo, como si se sintiese incómoda recordando ese episodio de su vida. Sin embargo, cada vez conoce más el idioma y ha aprendido a hablarlo con bastante fluidez. Durante la conversación nos explica que le gustaría estudiar peluquería y estética y trabajar como manicurista.

En el caso de Vlodomir, un médico ucraniano de 68 años, que vivía en Yalta (Crimea) cuenta que se marchó huyendo del conflicto entre su país y Rusia que todavía sigue latente. Está en España desde hace diez meses: “Me fui porque no sé cuándo acabará la guerra. Estoy solo, no tengo a nadie allí, no me queda familia. Vine avión, aunque también en coche y autobús”, explica, aunque todavía encuentra bastante barrera con el idioma.

Me fui porque no sé cuándo acabará la guerra. Estoy solo, no tengo a nadie allí, no me queda familia. Vine avión, aunque también en coche y autobús Vlodomir — Refugiado ucraniano

Krisley, una venezolana de 38 años, decidió abandonar su país para buscar una vida mejor. “La escasez de los recursos me sobrepasó. Tenía tres trabajos y cubría doce horas laboralmente, algo que era completamente insostenible. No sabía si venir a España o a Estados Unidos, pero elegí España porque no quería pasar por los problemas que existen en la frontera”.

Dejó Venezuela en noviembre de 2023 y desde entonces ha tenido varios trabajos para poder mantener a sus padres que sufren enfermedades degenerativas. “En Venezuela la sanidad es privada y es muy costosa, sobre todo cuando son patologías que conllevan muchos cuidados”.

Tuve malas experiencias, en empleos donde no me pagaron o tuve problemas de violencia, pero ahora con el programa de la organización en la que estoy quiero volver a encontrar un trabajo digno Krisley — Migrante venezolana

En su relato dice que para las personas migrantes encontrar un empleo es complicado en España: “Tuve malas experiencias, en empleos donde no me pagaron o tuve problemas de violencia, pero ahora con el programa de la organización en la que estoy quiero volver a encontrar un trabajo digno”.

Carlos de la Puente: “El refugio es un derecho”

Desde las diferentes organizaciones sin ánimo de lucro que han estado presentes en este encuentro social han explicado las diferentes iniciativas con las que cuentan para ayudar y posibilitar la integración de los refugiados y migrantes en la sociedad. Cruz Roja Española, Accem, Provivienda, Movimiento por la Paz y Diaconía llevan a cabo el 'Programa de acogida para solicitantes y beneficiarios de protección internacional'. Se trata de un programa con casi 500 plazas de acogida, de las cuales en Cruz Roja Española cuentan con 75 en Castilla-La Mancha.

El referente de Cruz Roja Española en Toledo, Carlos de la Puente, ha explicado que “el refugio es un derecho. Nadie se va de su país porque quiere, sino para labrarse un futuro mejor y sobre todo olvidar lo que han pasado”. Además, subraya que para ser beneficiario de la protección internacional “hay que cumplir los requisitos que marca la Ley de Asilo, como por ejemplo venir de un ambiente de guerra, ser una persona que pertenece al colectivo LGTBIQ+ en países donde está penado por ley y se es perseguido, y también por asuntos políticos o religiosos”, explica.

Una de las actividades de cuentacuentos desarrollada por migrantes y refugiados en un encuentro de sensibilización en Toledo

El programa de acogida lleva activo desde 2016 y en Cruz Roja Española han atendido “en torno a mil personas”, señala De la Puente. Además, expone que en los últimos meses “la mayoría de personas migrantes y refugiados que llegan son personas solas o familias monomarentales de Sudamérica”.

Tanto Mariam como Vlodomir forman parte de un programa de asilo de la Plataforma de Acción Social Diaconía, ubicado en la localidad toledana de Seseña, que posibilita la inclusión de las personas refugiadas en la sociedad y, que en este caso, les están enseñando español.

Patricia Cerrada, profesora de castellano de esta plataforma nos cuenta que actualmente tiene un grupo de seis personas de diferentes edades con los que desarrolla varias actividades para aprender nuestro idioma: “Aprender nuestra lengua es lo más importante para ellos, ya que eso les va a dar acceso a tener un empleo, tener una vivienda o poder seguir estudiando”, explica. Se trata de clases “muy personalizadas, es muy íntimo y cómodo para ellos, porque lo hacemos en un salón, tomamos un café o merendamos. Tenemos personas de muchas nacionalidades y este entorno les ayuda a apoyarse los unos con los otros”.

One of the reasons I can’t move away from Windows is that I use Azure Virtual Desktop (Windows App) to log in for work on my home computer.

I could get a laptop/desktop from them, but I don’t want to be responsible for their equipment. Plus I really don’t want all the spy stuff they have in their machines on my network. And we set up AVD specifically for my team because we refused to get company devices, so this was the compromise.

Anyway, I have used the web version to access and it works well on my laptop. But the problem is that I want to use both of my monitors and I don’t think that’s possible. Maybe I’m wrong?

Any ideas on how I can use Linux and still access AVD with multiscreens?

Edit: Microsoft supports literally EVERYTHING except Linux. It’s nuts. macOS and ChomeOS and Android and iOS and iPadOS are supported. All Linux gets is the web client and that’s for any device with a web browser.

So this got me thinking.

Could I use this with Wine/Proton? I don’t think so because it’s an msi file, not an exe. I’m admittedly not too familiar with this process outside of installing Windows games from Steam on SteamOS on my Steam Deck. I haven’t had success when trying to install apps through Wine in the past.

Is there a way to run macOS packages in Linux? I haven’t found anything in my online searches that says this can work. Anyone have something on that? I’m pretty sure this would be a dmg file.

I tried installing the apk for Windows App from the Google Play Store onto my Linux laptop running KDE Neon to test through Waydroid but I have been having issues getting it installed. Plus, even if I can get the apk installed, would it support dual screens?